lunes, 7 de julio de 2014

El juego de las emociones

Conocer las emociones, reconocer lo que sentimos, reconocer las emociones de los otros y saber si éstas las provocamos nosotros, saber que queremos, saber que nos pasa cuando nos sentimos desolados.
Son aprendizajes importantes que debemos estimular en l@s más pequeñ@s y hoy os propongo una actividad que nos puede ser útil para ello.

Os presento "El Juego de las Emociones"

Espacio: Una sala amplia o al aire libre
Edad: A partir de 4 años aproximadamente
Nº de participantes: Mínimo 10
Material: Tarjetas con emociones dibujadas o escritas

Se trata de un juego expresivo y teatral en el que los participantes recrearán diferentes emociones y después reflexionarán sobre ellas.

Preparación:
Crearemos unas tarjetas en función de los participantes, por ejemplo, si vamos a trabajar cuatro emociones y contamos con 20 participantes, elaboraremos 5 tarjetas de cada emoción.


Desarrollo de la actividad:
Se repartirán las tarjetas de manera aleatoria. Cada participante mirará su tarjeta, visualizará la emoción y guardará su tarjeta sin que la vean los demás.
Cuando tod@s conozcan la emoción que les ha tocado deberán moverse por el espacio interpretando (con expresión corporal y facial, sin sonidos) su emoción y buscando a otros compañer@s que estén interpretando la misma, es decir, reconociendo la emoción en los demás.

Si realizamos la actividad con niñ@s de más edad podemos incluir emociones mas complejas y, en este caso, las tarjetas serán escritas en lugar de dibujadas.



Una vez se hayan reunido todos los grupos, cada uno deberá planear una situación que produzca dicha emoción y representarla para el resto de compañer@s.
Después de un breve tiempo de preparación de la escena: PREPARADOS, LUCES y... ACCIÓN!!
La representarán delante del resto de grupos, teniendo el resto que adivinar de que emoción se trata. Dependiendo de la edad y características de l@s niñ@s ésto se puede hacer a modo de concurso.

Finalmente, sentados tod@s junt@s en círculo, debatiremos y reflexionaremos acerca de las diferentes emociones.
Podemos partir de las diferentes situaciones que se hayan representado, de las expresiones faciales utilizadas, de las posiciones del cuerpo... A partir del análisis de esas situaciones podremos lanzar preguntas y que los propios participantes expliquen que sienten en diferentes situaciones que se vayan proponiendo. ¿Qué pasa en nuestro cuerpos cuando estamos nerviosos? ¿Cómo es la curva que se produce en nuestros labios cuando no entendemos algo? ¿Y como colocamos las cejas?
Para pasar a preguntas menos físicas como ¿Qué podemos hacer cuando estamos muy enfadados? ¿Y si vemos a un@ compañer@ triste?
Éste debate va a depender de como se quiera llevar a cabo por parte del@ dinamizador@, que deberá tener en cuenta las características de los participantes, para incluirl@s a tod@s y que la sesión sea fructífera.

Espero que os guste ésta actividad y que os pueda ser útil!
Estaré encantada de leer vuestras experiencias si la lleváis a cabo o si queréis proponer otras actividades similares.

Hasta pronto!

miércoles, 2 de julio de 2014

Niñ@s y nuevas tecnologías

Son el futuro y forman parte de sus vidas, pero el uso de las nuevas tecnologías por parte de l@s más pequeñ@s (y l@s no tan pequeñ@s) debe ser muy controlado. No podemos estar en contra de "enchufar" a l@s niñ@s al televisor, pero que nos parezca bien hacer lo mismo con una "tablet" o similar.

Recordemos que el juego físico, el movimiento, el juego socializador real, etc, son esenciales para el buen desarrollo de l@s niñ@s, así como lo es tocar, tocar libros, sus páginas, sus tapas; tocar lápices y ceras y pinturas; tocar los árboles y la tierra; tocar, al fin y al cabo, la realidad que nos envuelve y usar la virtualidad para conocer mejor lo que resulta inalcanzable con nuestras manos.

Os invito a leer el siguiente artículo: "10 motivos para prohibir los smarthphone a niños menores de 12 años", de Vilma Medina, directora de guiainfantil.com:
http://www.fundacionnec.org/blog/item/10-motivos-para-prohibir-los-smartphone-a-ninos-menores-de-12-anos