miércoles, 28 de octubre de 2015

De mujer servicial a mujer cosificada. El rol de la mujer en la publicidad.

La publicidad contribuye a la construcción de los roles de género. No es la única. Sus primas las películas y sus familiares cercanos, los cada día más estrepitosos programas de televisión también lo hacen. Lo hacen en muchas ocasiones los, hasta ahora indispensables de toda aula, libros de texto, en sus innumerables ejemplos sexistas. Son muchos los elementos sociales que contribuyen a esta construcción, que ejercen su papel socializador, en este caso socializador sexual. 

En la presente entrada nos centraremos en la publicidad y su contribución a la construcción de estos roles y, sobretodo, en observar la evolución de estos roles en el tiempo.

¿Cómo han evolucionado los roles de género en la publicidad?

Se ha pasado de una imagen de mujer servicial y "siempre a punto", perfecta ama de casa e imperfecta en el manejo de ciertos artilugios que sólo los hombres sabían usar, propia de los años cincuenta a, lejos de la ruptura de estereotipos de género, una mujer cosificada y denigrada en gran cantidad de anuncios, como si de un "objeto para el hombre" se tratase. Cuando no es así, la imagen de mujer polifacética "compañera, madre y trabajadora", prima en televisión, siempre perfecta y sin un pelo (y no de tonta).


Hoy la mujer aparece sumisa y violentada en cantidad de imágenes que bombardean nuestra mente y que evitaré mostrar, dado que no me parecen dignas de mostrar ni en el contexto de una crítica, pero no hay más que buscar un poco en la red para encontrar tan insultantes imágenes.

De una mujer que debía tener la casa bien limpia, a los niños quietecitos y a ella misma radiante y sonriente, un ser puesto al servicio del hombre en un mundo de hombres, pasamos a una mujer que es sólo un cuerpo (cada vez más artificial) para satisfacer a esos hombres que continúan siendo dueños y señores de una sociedad sumida en el patriarcado.

En contraposición a esto, supongo que como signo de supuesto progreso, nos venden una imagen de "mujer que puede (y debe poder) con todo": la casa, los niños, la pareja, el trabajo... pero no pasa lo mismo con los hombres, a ellos no se les pide estar "siempre a punto", por lo que esto se convierte en una falsa imagen de evolución y progreso del rol de la mujer, ahora simplemente, a todas sus obligaciones se le suman otras, como es el trabajo. Las exigencias crecen... y si no puedes con ellas ¿qué?

Pero las alternativas publicitarias existen, y es tan sencillo como mostrar la vida, la real, las situaciones que de veras podemos encontrar en cada parque, en cada plaza, en cada hogar... y una muestra de ello son los anuncios de Asevi Mio, una marca de frega-suelos que rompe con la imagen de familia ideal en la que todo es perfecto, con niñ@s, un papá y una mamá que, por supuesto, es la que lo mantiene todo limpio. Estos anuncios, además de romper estereotipos de género, muestran diversas realidades familiares, de las que hablaba en mi última entrada sobre diversidad familiar.

No podemos olvidar que todas las imágenes que bombardean nuestras mentes están condicionando a nuestras niñas y niños y sus concepciones sociales, el rol que deben asumir estará influenciado por toda la información que reciben. ¿Qué es lo que les queremos mostrar? ¿Cuál es la sociedad que queremos construir? ¿De que sirven todos los avances logrados si la mujer se sigue viendo atrapada en un mundo de hombres en el que su máximo potencial es su cuerpo?

¡Espero vuestras reflexiones!