Algo que me gusta descubrir de las ciudades, de los lugares que visito, son los espacios culturales que los habitan; esos lugares mágicos en los que pasan cosas únicas, en los que encuentras a personas diferentes, con modos especiales de mirar la vida; y a veces, a penas sin buscarlos, los encuentras, y superan toda expectativa.
En Pereira, uno de esos lugares especiales, el más de los que he conocido, es SALAestrecha, un espacio de creación e investigación teatral, de teatro independiente, que realmente (y aunque en la primera visita aún no lo sabíamos) hace honor a su nombre.
La sala original, en la que el espacio cobró vida hace algo más de tres años, no tiene escenario (sí, sí, un teatro sin escenario) y el aforo es mínimo. Cuando entras por primera vez, dispuesta a ver una pieza teatral, te abruma la incertidumbre de no saber que es lo que va a pasar ahí, en ese lugar "estrecho" en el que no hay mucho más de 20 cm desde la primera fila de butacas hasta la pared en la que acaba lo que se supone va a hacer las veces de "escenario"; y es precisamente esa una de las cosas que lo hace tan especial, pues en contraposición a los grandes teatros en los que a veces resulta complicado apreciar la totalidad de detalles que aparecen en escena y es casi imposible que la mirada del actor coicida con la propia (incluso cuando este se dirige al público), en SALAestrecha se genera un clima de intimidad que permite esas pequeñas interacciones que hacen que el papel de espectadora que una asume se torne mucho más personal, que la conexión con lo que una esta presenciando sea mucho más intensa.
Las dos piezas que he tenido el placer de ver hasta el momento, pertenecen a Cicuta Teatro, la compañía residente del lugar, quienes hacen posible que SALAestrecha exista; su presencia en escena remata la magia, la energía, esa especie de "teletransportación" que una vive al entrar en la sala, ese tiempo que una desea que no acabe, ya que escuchar sus textos, desde la sorprendente versatilidad de sus actores, es un regalo para los oídos y la vista, un enriquecimiento de los sentidos. Ellos consiguen, con muy poco (poca escenografía, nada de parafernalias) crear el ambiente idóneo para hacernos viajar a los lugares y las situaciones que nos relatan, a imaginar de manera viva los detalles de lo que va sucediendo. Lo mismo nos arrebatan sonrisas, que logran captar nuestra mirada atenta para que nos transportemos, para que visualicemos ficciones impregnadas de realidades, de esas que inevitablemente nos llevan a reflexionar.
SALAestrecha es, a mi parecer, mucho más que un espacio teatral, es un espacio social del que emana "buena onda", un espacio donde compartir, un espacio de disconformidad ante lo establecido en forma de creación. Crear para dar sentido, crear para vivir.
Así que animo a toda persona que esté en Pereira a que se deje caer por allá, pues es un lugar único ¡seguro no se arrepentirán!
+info: SALAestrecha