jueves, 25 de febrero de 2016

Primer acercamiento a la inclusión..

Hace ya un mes que estoy acá, un mes lleno de nuevas experiencias y de inmersión en la cultura, de visitar y conocer, un mes en el que las oportunidades de aprendizaje han ido surgiendo, y parece que nunca van a dejar de brotar ¡una maravilla!

Desde la posibilidad de colaborar con un grupo de estudiantes universitarios con diversidad sensorial, que luchan por sus derechos académicos, con muchos frenos por parte de la institución, hasta la intervención directa inmersa en la realidad de niños y niñas colombian@s en medida de protección (centros de acogida), desplazados, con diversidad étnica, con diversidad funcional, etc. Y es que acá, trabajo por hacer hay mucho.

Aunque la inclusión es un principio que, en Colombia, los organismos públicos establecen como derecho, la vida práctica es otro tema. Así, entrar a la universidad y cursar con éxito un programa, para una persona con diversidad funcional, acá en Pereira, supone todo un reto. No hay planes que apoyen las adaptaciones curriculares de quienes las necesitan, así que todo queda en la buena voluntad de la profesora o profesor de cada materia e, incluso existiendo esa buena voluntad, el alcance de sus posibilidades de acción es limitado. No hay una figura experta que asesore o apoye al colectivo de manera activa, teniendo conocimiento profundo de sus necesidades y de como darles respuesta. Así, considero que es muy sencillo que la alumna o alumno que consigue acceder, entre en niveles de frustración elevados que le conduzcan a abandonar el estudio, dado que las trabas son demasiadas. Llegados a este punto, cabe recordar que el hecho de que se acepte el acceso de personas con diversidad funcional a la universidad (o a cualquier espacio) no implica que se esté trabajando desde la inclusión, y sin dicha inclusión, simplemente se genera la presencia de alumnado diverso en un espacio hegemónico en el que, realmente, no tiene cabida. 
Ante esto, un grupo de alumnas y alumnos han decidido exigir sus derechos, y aunque por lo pronto solo han recibido negativas, la lucha continúa; y será un gran placer poder vivir el proceso con ell@s y, ojalá, ver sus frutos.

Y más reflexiones a cerca de la inclusión surgen en la escuela, donde voy a llevar a cabo una propuesta en la que me encuentro trabajando. Simplemente decir, por el momento, que no resulta sencillo hablar de inclusión, o más bien trabajar desde ella de manera consistente, cuando en el aula se cuenta con casi 40 alumnos y una sola maestra, en un espacio reducido y desprovisto de variedad de materiales, y desde una tendencia educativa poco experiencial y significativa. 
Otro reto más, que tengo ganas de vivir.

La experiencia continúa ¡qué rico!

4 comentarios:

  1. Hola Anna! No ens coneixem en persona però segueixo el teu blog, i a Forn de teatre Patothom (Bcn) també. Et vam veure per primer cop acompanyant a Oscarboles en un clip de Sebastiana i Lluís, i hem descobert que a més d'excel·lent ballarina, hi ha molta pedagogia i missatge a les teves publicacions. Endavant, i tot l'ànim per a que segueixis compartint descobertes i mètode.

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    1. Hola Lluís! Moltes gràcies per les teves paraules. Espero continuar fent-vos arribar quelcom enriquidor i que ho pogueu gaudir i aprofitar. Una abraçada!

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